López Obrador, sostuvo, recibió “una apapachadita del dinosaurio”, como Elba Esther Gordillo le dio “el beso del diablo” a Marcelo Ebrard hace unos meses, manifestó en conferencia de prensa. ¿Qué tanto le afectó a López Obrador?, no lo sé, expresó Zambrano, pero Moreira “quiere, con sus opiniones, que nos confrontemos y nos dividamos. A mí, en lo personal, me tiene sin cuidado”.
Que no se desesperen; ellos están en su derecho de hacer sus declaraciones, pero “que Moreira se dedique a aclarar la deuda (que dejó en su estado) y nos deje tomar libremente” nuestras decisiones; que “los demonios regresen a sus recintos malditos”, manifestó el perredista. Dijo que “el beso del diablo y el apapacho del dinosaurio son igualmente nocivos”. Los demonios de la política mexicana, resaltó, andan sueltos y “tienen muchas ganas de sentirse dueños del país, y que ellos deciden el futuro de México, pero no nos van a sacar de nuestro método ni decisiones, y las vamos a asumir con libertad.
Alma E. Muñoz
La Jornada
Exigiendo respeto. Hernández
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