Enrique Peña Nieto, sigue batallando contra el estigma de ser considerado poco ilustrado. Ya en 2011, en plena campaña presidencial un episodio amenazó con mermar el porcentaje de votantes: en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara le preguntaron por las obras que más lo influyeron. En cuatro minutos, sólo mencionó la Biblia y confundió a varios escritores.
Por enésima ocasión, el presidente Peña Nieto se equivoca al pronunciar un nombre, y se equivoca al pronunciar una palabra en sus discursos. En Morelos, se trabó al saludar al presidente municipal del poblado donde se celebró el evento. Y es que en la parte iniciar de su participación ante miles de personas, el primer mandatario no logró pronunciar de el nombre de Atlatlahucan, por lo que entre risas tuvo que repetirlo en varias ocasiones, hasta que logró decirlo correctamente. Y es que este error se suma a los muchos problemas que ha tenido Peña Nieto al pronunciar ciertos nombres como el nombre del IFAI, y algunos otros.
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