Toda esta red de lavado de dinero, habría sido utilizada por empresas de telecomunicaciones, casinos y campañas electorales a través de contratos y transferencias a Suiza, Dubai y Antillas Holandesas.
Fueron al menos 23 millones de pesos que ingresaron a la campaña del PRI en el 2012, dicha cantidad proveniente de empresas “virtuales” vinculadas a Edicom, Edificaciones, Ingeniería Construcciones y Materiales, estas empresas reportadas años atrás por operaciones financieras sospechosas.
Según un reporte de la Unidad de Inteligencia Financiera y la SIEDO, con fecha de 2 de junio de 2012, se lograron indagar una serie de transferencias inusuales para pagar jets militares, yates, “carros exóticos” y diamantes, aparentemente por lavado de dinero del narco.
De acuerdo a las investigaciones, uno de los principales involucrados era un hombre de nombre Raúl Álvarez Longoria, quien inyectó 10 millones 116 mil pesos a los monederos electrónicos Monex, indica el oficio 110/H/787/2012.
El documento también establece que otro sujeto que recibió dinero de este grupo delictivo es Ricardo Mauro Calzada Cisneros, quien según el IFE el año pasado proporcionó 13.1 millones de pesos a los monederos del Partido Revolucionario Institucional.
Los recursos que aportaron Álvarez Longoria y Calzada son parte de los 44 millones de pesos que pasaron por los monederos de Monex y cuyo destino el PRI no pudo comprobar ante el Instituto Federal Electoral, pese a lo cual este año el tricolor fue absuelto de responsabilidad.
Hacienda por su parte, ubicó a dos mujeres que, sin registro de declaración fiscal, recibieron más de 619 millones de pesos en cientos de depósitos bancarios, mismos que eran retirados el mismo día que los recibían.
Las empresas sospechosas recibían sumas millonarias de dinero de consorcios, casinos, políticos del PRI, familiares de funcionarios calderonistas, estas sumas eran transferidas a Panamá, Hong Kong, Dubai, Antillas Holandesas y Suiza.
En todo este asunto, no se puede ocultar que Calderón, entonces “presidente”, intervino para que la investigación que la SIEDO inició, con el número de folio UEIORPIFAM/AP/167/2012, no prosperara, ya que 35 días después de ahondar la pesquisa, el panista instruyó que el caso fuera indagado sólo por delitos fiscales.
Fuentes federales declararon que la instrucción de cancelar la investigación, vino después de descubrirse que Edicom también estaba vinculada con la campaña de Vázquez Mota, aunque esas evidencias habían sido desaparecidas por instrucciones de Calderón.
Otras fuentes conocedoras del asunto, indican que incluso la PGR detectó que la trama empresarial que vendía facturas y blanqueaba activos recibió dinero de la Secretaría de Salud, a través de contratos que nunca fueron comprobados que se cumplieran, según la Auditoría Superior de la Federación.
“Esta investigación es el seguro de vida de la Procuradora Marisela Morales, de los ex titulares de la Secretaría de Hacienda y el SAT, José Antonio Meade y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, no es casualidad que sean los únicos que recibieron cargos en el sexenio del PRI”, aseguró la fuente.
6 días antes de las elecciones
presidenciales del año pasado, la campaña de Vázquez Mota denunció que
el PRI, tan solo en el rubro de operación electoral, había sobrepasado
por más del doble los gastos de campaña.
La SEIDO inició una indagatoria tres días más tarde con base en dos elementos: una carta anónima suscrita por un supuesto contador de la empresa Edicom, y el oficio 110/H/787/2012 de la Unidad de Inteligencia Financiera.
Quien escribió el texto anónimo decía haber trabajado para la empresa Edicom, hasta que le decomisaron dinero y fue amenazado de muerte por sus jefes.
Acusó a Alberto Grande Vidaurre y Raúl Álvarez Longoria, quien fondeó los monederos Monex del PRI, de encabezar un organización que lavaba dinero del narcotráfico, mediante la compra de vehículos e inmuebles de lujo.
Revolución 3.0
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